“Hace seis meses que se cerró elBulli y parecía que se acababa el mundo...”, dijo ayer, pero nada más lejos de la realidad. Ferrán Adriá, el cocinero, creador y alma máter del mejor restaurante del mundo durante cinco años seguidos, emblema de la nueva cocina española, tiene más proyectos que nunca sobre la mesa. Acaba de inaugurar en Barcelona una exposición que repasa toda la carrera del restaurante de Cala Montjoi; prepara el museo de elBulli Foundation en Rosas y tiene en cartera una película para Hollywood de la que ya hay un primer esbozo. Y además continuará con su curso de gastronomía en Harvard al menos un año más. Pura hiperactividad, ahora alejada de los fogones.
Adriá, pese a la opinión de sus detractores, que los ha tenido, elevó a la categoría de fenómeno la alta cocina española gracias a una creatividad desbordante. Y a su minuciosa tarea de documentación de cada proceso de creación de un nuevo plato se debe ahora la posibilidad de recrear 1.846 de las recetas que ha inventado en los últimos 27 años, desde que en 1984 se convirtiera en un joven e inexperto jefe de cocina de elBulli hasta su cierre en 2011 en la cima del ranking mundial de restaurantes. “No es una Bullipedia”, bromeó el chef al presentar la muestra que recoge las recetas, entre otros muchos detalles relacionados con el triestrellado restaurante, en el Palau Robert de Barcelona hasta el 3 de febrero de 2013 y que después viajará a Nueva York y Londres. Pero se le parece. Es realmente una avance de lo que será el centro expositivo que la Fundación elBulli espera levantar en Rosas, un museo de 4.000 metros cuadrados “no al estilo tradicional” para el que ya hay proyecto en revisión por parte de las autoridades municipales: “Será una wikipedia de la alta cocina”, admite Adriá, que incide en el espíritu libre de la wikipedia, en el sentido de compartir, mejorar y difundir de forma gratuita el conocimiento acumulado.
En el Palau Robert, la muestra bucea en los orígenes de elBulli, que también quedaron documentados en una serie de reportajes audiovisuales que narran la historia del que llegaría a ser el templo de la alta cocina mundial y la mejor escuela de grandes chefs del planeta. Repasa los orígenes, cuando el restaurante en manos del alemán Dr. Schilling compró los terrenos en los años 60 y pasó después por las fases de mini-golf y chiringuito hasta la llegada de Adrá y Juli Soler, y acierta en vincular la actividad gastrómica del catalán a los otros ámbitos culturales con los que se ha asociado sin aparente disonancia: los propios cursos de Harvard, la relación de Adriá con el pintor Richard Hamilton, su presencia en la mjestra Documenta 12 de Kassel o la creación de la Fundación Alicia para fomentar el diálogo entre la educación, la salud y la cocina son ejemplos de este afán por romper las barreras. Por no citar, además, la presencia de Adriá y Soler en un capítulo de Los Simpsons, un hecho mucho menos banal de lo que parece.
Fuente elcorreo.com
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